

Tomo la redondez de la luna; las suaves curvas de las olas,la tierna adhesión de la enredadera,el trémulo movimiento de las hojas,la esbeltez de la palmera,el tinte delicado de las flores,la amorosa mirada del ciervo,la alegría del sol, y las gotas del llanto de las nubes,la inconstancia del viento y la fidelidad del perro,la timidez de la tórtola y la vanidad del pavorreal,la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante,la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre,el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.Mezclo tan desiguales ingredientes, formo a la mujer y se la dio al hombre.

Después de una semana, vino el hombre y le dijo:Señor, la criatura que me diste me hace desdichado,quiere toda mi atención, nunca me deja solo,charla incesantemente, llora sin motivo,parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!
Bien, contesto Dios y tomo a la mujer.

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